Sólo en este fin de semana fue detectado en cuatro ocasiones por las cámaras de seguridad vecinales. La primera de ellas fue a las 8.10 de la mañana del sábado, cuando el hombre se acercó a “tantear” un portón de reja para ver si estaba abierto. Estaba provisto de un bastón, tal vez para disimular o mismo para ser utilizado como arma ante víctimas desprevenidas.
Una vecina, al notar lo sucedido y que el árbol de la puerta de su casa tapaba la visión de la cámara decidió cortar unas ramas y esa misma tarde, alrededor de las 15, el sospechoso volvió a aparecer. Estaba acompañado por un niño de unos 5 años y una nena de unos 12. “Tocó el timbre para ofrecerse a retirar las ramas, pero me llamó la atención que la hija se agachó para mirar por la ranura hacía el interior del domicilio”, relató la mujer.
El domingo pasadas las 15.30 regresó el mismo hombre, esta vez acompañado por otro mayor. Volvió a tocar el timbre y espió por la cerradura. Minutos más tarde regresaron y tiraron un montículo de basura junto con las ramas de la mujer. “Llamé por tres veces al 911, pero no se presentó ningún patrullero. No me queda otra opción más que hacerlo público para que los vecinos de Quilmes estén atentos. No quisiera dentro de unos días tener que contar que entraron a robar a mi casa”, advirtió la vecina.