Como resultado de su acción, la Municipalidad de Quilmes tomó contacto con los vecinos y comprometió una reunión con Edesur.
Se trata de un asentamiento reciente, sobre tierras privadas, que no están regularizadas dominialmente, por lo que Edesur –por las características de su contrato de concesión- no puede otorgar los medidores domiciliarios.
Según explicó la compañía a PERSPECTIVA SUR, “Edesur no tiene injerencia en los barrios no catastrados o no formales. Una vez que son relevados e incorporados por el Municipio, la empresa puede iniciar los trabajos. Por supuesto, estamos a disposición para colaborar en todo lo que se necesite”.
De esta forma, el barrio tiene una red eléctrica con un único transformador comunitario ubicado en la calle 1 y 148, en la vereda berazateguense, que no tolera un consumo mayor que el normal. De esta forma padecen permanentemente baja tensión, y cuando hace mucho frío o mucho calor, el aumento general del consumo eléctrico (por la calefacción) provoca el incendio o explosión del transformador, quedando el barrio sin luz. Similar inconveniente tienen todos los asentamientos que no pagan el servicio, sino que lo hace el Municipio de Quilmes y tienen un servicio precario.
El barrio Gendarmería está ubicado sobre la calle Florencio Varela entre Mitre y la autopista, y está registrado en el Registro Nacional de Barrios Populares, ley que les permite solicitar la regularización del servicio eléctrico.
Está integrado por 250 familias que habitan 118 terrenos. Están sobre asfalto, y las casas en su mayoría son de material, tienen dos plantas, y sus habitantes son mayoritariamente de nacionalidad boliviana, quienes quieren pagar individualmente por el servicio eléctrico.