Un joven pactó la compra de una PlayStation por redes sociales, pero era todo un engaño. Al llegar al lugar lo emboscaron, junto a su vecino, quien lo llevó en su auto, y les robaron todo lo que tenían. Tras ello los ladrones escaparon, pero antes lanzaron una escalofriante frase: “Nos vieron las caras, cagalos a tiros”.
Todo sucedió este martes cerca de las 21:30 en el barrio 16 de abril de Córdoba. De acuerdo a lo informado por una de las víctimas, habían llegado hasta el sitio luego de coordinar una compra por Marketplace.
El chico le había pedido a su vecino que lo lleve hasta allí para retirar el producto y le aseguró que conocía la zona. Toda la secuencia quedó registrada por la cámara que tenía el vehículo en el parabrisas.
En las imágenes se puede ver que el comprador dialogaba con el presunto vendedor hasta que finalmente este último comenzó a atacarlo y enseguida arribaron sus cómplices.
“Accedí a llevar en mi auto a un vecino que me había pedido si podía alcanzarlo a buscar una Play que compró por internet”, contó Ramiro, el conductor del vehículo, y agregó: “Cuando estamos llegando, sobre las calles Calingasta y avenida Pública, vi que la zona se ponía fea y le pregunté si sabía bien dónde era porque era un barrio peligroso. Me dijo que me quedara tranquilo porque conocía al vendedor”.
Sin embargo, cuando arribaron la situación se tornó extraña. “Se acercó un pibe, le bajé la ventanilla y empezó a hablar con mi vecino, pero a los dos segundos ya lo tenía amenazándome y se mandó de una. Empezamos a forcejear, pero ahí me di cuenta que tenía a cuatro pibes que rodean el auto. Inclusive a uno del otro lado que lo agarró a mi vecino”, continuó.
Tanto el conductor como su acompañante fueron obligados a bajar y en los asientos traseros quedó una menor completamente desconcertada, que poco después terminó descendiendo sola.
En determinado momento el auto quedó vacío y el resto de la secuencia transcurrió fuera del vehículo: “Eran cuatro pibes, todos menores de edad. Lo loco es que uno le decía al otro que ya le habíamos visto las caras, que nos cagara a tiros. Fue un momento horrible”, lamentó.
Uno de los delincuentes logró meterse en el auto, pero no pudo arrancarlo, por lo que desistió y se terminó bajando. Sin embargo, igualmente se llevaron todo lo que vieron a mano: celulares, billetera y mochilas.
Ramiro, por su parte, se mostró desconfiado de la actitud de su vecino por cómo se dio el robo. “Yo dudo de todos. Porque le advertí que era una zona peligrosa, pero él me dijo que confiara. No sé siquiera si se hizo esa compra”, dijo y contó que además de robarle le pegaron dos culatazos en la cabeza y en la espalda.
“Me sacaron mi celular y una mochila. Cuando se dieron cuenta que no podían arrancar el auto se fueron corriendo para dentro de la villa. La Policía me tuvo de acá para allá como dos horas para hacer la denuncia. Una vergüenza. Ahora sinceramente tengo miedo de salir a la calle”, completó el chico.