En diálogo con el fundador del multimedio PERSPECTIVA SUR, Raúl Caballero, en su programa «Cinco en Línea» por Canal 5 QUILMES, Relañez relató los orígenes del conflicto y las propuestas que impulsan para preservar los 200 puestos de trabajo que dependen de esta planta.
– ¿Hay un proceso de crisis en Kimberly Clark?
– No, acá no hay crisis. Se verificó el lunes pasado, cuando el preventivo de crisis que la empresa había presentado en el ministerio de Trabajo fue enviado a archivo, comprobando lo que los mismos trabajadores veníamos denunciando.
– ¿Es decir que la empresa decidió simplemente cerrar?
– En las seis audiencias en el Ministerio ratificaron el cierre. Nosotros lo que solicitamos ahora es la inmediata reapertura y la intervención del Estado. La planta fabrica papel tissue, que se utiliza para papel higiénico, servilletas y pañuelos descartables para las primeras marcas.
Para dar una idea, el último lanzamiento de Kimberly antes del anuncio de cierre, en góndola costaba 300 pesos. Es decir, lo que denunciamos es que este cierre fue inducido, porque este monopolio de la producción del papel a nivel internacional no puede tener una política comercial, con toda la estructura que maneja, con productos a esos precios. Más aún sabiendo que una familia no va a hacer ese gasto porque lo tiene que utilizar para comer.
DECISIÓN GLOBAL
– Estamos frente a una multinacional que tiene plantas también en San Luis y en Pilar. ¿Escucharon que se están reestructurando a nivel global?
– En un comunicado que sacaron en 2018 anunciaron eso y el proceso durará hasta 2021. La de Bernal es la séptima planta que cierran y los papeleros somos los que estamos resistiendo el cierre de nuestra fuente laboral.
INTERVENCIÓN ESTATAL
– ¿Cómo le plantean al Estado que intervenga?
– Kimberly Clark sacó productos premium carísimos, totalmente fuera de precio, pero por otro lado la máquina continua de papel abastecía a sus competidores con papel Kimberly. O sea que los productos económicos tenían ese papel. Hicieron todo lo posible para no salvar esta planta.
Nosotros decimos que tenemos la mano de obra, los insumos, las maquinarias, la planta cumplió las auditorías y es de última tecnología. Está para volverla a poner en marcha: así como nos dijeron que la paremos aquel 26 de septiembre, apretamos el botón verde y arranca nuevamente. El Estado, a través de la secretaría de Producción, tiene todas las herramientas para intervenir al menos por un plazo de tiempo para formar una cooperativa o que la intervenga el Estado hasta que aparezca un privado, pero 200 familias no se pueden quedar en la calle.
ACAMPE
– En este momento hay un acampe en la puerta de la planta.
– La empresa nos pidió que nos retiremos, pero en asamblea de esta comisión interna que organizó a sus trabajadores decidimos la ocupación pacífica de las instalaciones y un acampe en la puerta. No estamos dispuestos a entregar 12 años de organización sindical, donde nuestras familias lograron un estándar de vida gracias a ello.