Respecto de los efectos del aislamiento preventivo y obligatorio, hubo consenso unánime sobre su efectividad para buscar el achatamiento de la curva de contagios. Es decir, lograr extender en el tiempo la propagación del virus de manera progresiva.
En relación a la aplicación de la cuarentena administrada y focalizada, se recomendó realizar una evaluación pormenorizada de las actividades que se podrían retomar y bajo qué circunstancias. Asimismo, se resolvió que todas las medidas sectorizadas que se tomen serán de carácter transitorio y estarán sujetas a permanente revisión para determinar, en función de la evolución epidemiológica, su continuidad o suspensión. Ninguna de estas medidas podrá basarse en apreciaciones subjetivas ni poner en riesgo los objetivos sanitarios.
Por otra parte, los científicos avalaron el uso de tapabocas y nariz para toda la población, pero consideraron indispensable el trabajo de capacitación sobre cómo utilizarlo e higienizarlo. Esta medida permitirá reducir los riesgos de transmisión por infectados asintomáticos. Además, protege de todas las enfermedades respiratorias estacionales, como la bronqueolitis que afecta mayormente a niños.
Participaron del encuentro el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Augusto Costa, el ministro de Salud, Daniel Gollán, su viceministro, Nicolás Kreplak, el ministro de Seguridad, Sergio Berni, la vicegobernadora, Verónica Magario, y el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Federico Otermín.