Las fuertes ráfagas de viento del Este, que alcanzan los 60 kilómetros por hora, empujan las aguas del Río de La Plata sobre la costa de Quilmes y Bernal, con una alerta de 2,50 metros subiendo.
Esto significa que el río desborda el murallón, “salpicando” hacia la calle costanera. Para las 21 se espera el pico de la crecida.