La investigación comenzó a raíz de un violento hecho que ambas bandas tuvieron por el control de la zona en septiembre del año pasado. Lo que empezó como una discusión entre los líderes narcos, terminó en una violenta balacera donde uno de ellos, de 35 años, recibió un disparo en la cabeza, por lo que fue trasladado a un hospital zonal de Wilde al que llegó sin vida.
El hecho se dio cuando el hombre se acercó al domicilio de “El Tano”, quien se encontraba con su socio, para increparlos por verse afectado su negocio por el control de la zona y puntos de venta de la droga. Tal fue la magnitud del tiroteo, que un vecino del lugar recibió tres impactos de bala, pero logró salvarse tras ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital Argerich en la Ciudad de Buenos Aires. Luego del brutal crimen, el socio fue señalado por los vecinos y la policía lo detuvo en el lugar del hecho, mientras el implicado se dio a la fuga.
Por este motivo, la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (UFECRI), a cargo de José María Campagnoli, solicitó las pesquisas con el fin de localizar y detener al acusado prófugo. Inmediatamente los integrantes de la Unidad comenzaron un discreto trabajo de campo durante varios días, investigación en la que intervino la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N°1 del Departamento Judicial de Avellaneda, a cargo de Agustina Galczynsky, Secretaría de Josefina Sadauskas, montando un operativo en la zona con la colaboración de personal del Departamento Técnico del Cibercrimen de esta institución.
Éstos últimos, aportaron modernas técnicas de investigación relacionadas con el análisis de redes sociales, fuentes de datos abiertas e información específica de datos de telefonía celular, impactos de antenas y geolocalizaciones. La suma de estas técnicas investigativas y un llamado telefónico que le hizo a “El Tano” su pareja, permitieron establecer que éste se encontraba oculto en la ciudad de Rosario.
Al cabo de varias horas de vigilancia en dicho domicilio, los policías vieron salir de la casa a un viejo Rastrojero y, tras seguirlo a una distancia prudencial, determinaron que quien iba al volante poseía en la cabeza un tatuaje que lo identificaba, corroborando de esta forma que se trataba del fugitivo, quien al advertir la presencia policial intentó huir a pie, pero fue interceptado y reducido a los pocos metros en la intersección de las calles Felipe Moré y Gaboto.
El detenido, argentino de 32 años, que cuenta con un frondoso prontuario relacionado a los delitos de encubrimiento, robo agravado por el empleo de arma de fuego y amenazas agravadas, todos ellos bajo la órbita de la Justicia de Lanús-Avellaneda, quedó a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 1 del Departamento Judicial de Avellaneda-Lanús, a cargo de María Alejandra Olmos Coronel, por la causa caratulada como “Homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.