“El 58% de los clientes residenciales de Edesur paga una factura final de hasta $ 1.000 promedio, mientras que el 28,3% abona de $ 1001 a $ 2.000 y apenas el 6,3% más de $ 3000”, agregó la firma en un comunicado.
“Este tipo de conexiones, conocidas como ‘en directa’ son un gran problema para la red de distribución. Además de cometerse un delito –hurto de energía- se altera la red, provocando fallas en el sistema que afectan a todos los clientes que pagan en forma correcta por su consumo. Implica además un enorme riesgo para quien realiza la conexión ilegal”, explicó.
“En febrero de este año un caso de hurto de energía fue procesado por la Justicia, que condenó a cuatro meses de prisión a un hombre que realizó conexiones clandestinas desde el tablero de luz del edificio que habita hasta su departamento”, finalizó la empresa.