“Ojalá lo podamos ver en los altares”, expresó el Sumo Pontífice en referencia a Novak, a quien definió además como un “gran santo” de la Diócesis de Quilmes. Asimismo convocó a los fieles a “seguir siempre hacia adelante trabajando y contentos Rezo por ustedes y ojalá recen por mí”, concluyó el religioso.
El primer paso para que Novak sea “Santo” ya fue dado y es “Siervo de Dios”. Con tal motivo ahora una comisión investigadora se encargará de cotejar si la intercesión del primer Obispo y fundador de la Diócesis permitió algún milagro. En ese caso será declarado “beato” y posteriormente “santo”. Marcelo Colombo integra el grupo de personas que propician que los trámites del derecho canónico lleguen a buen puerto y Novak tenga el reconocimiento por todo lo cosechado en vida.
Jorge Novak fue designado primer obispo de la diócesis de Quilmes por Pablo VI, el 7 de agosto de 1976. La Diócesis de Quilmes había sido creada el 2 de agosto de 1976. Durante su ministerio episcopal se desarrolló la diócesis de Quilmes, caracterizada por su opción preferencial por los pobres, la causa de los derechos humanos, el diálogo ecuménico y la creación de numerosas parroquias y capillas, así como el despliegue de muchas iniciativas de atención religiosa y de promoción humana.