El hallazgo se produjo en Las Heras y Gamboa, cerca de la estación de Luján. Voceros policiales indicaron que la niña estaba junto al hombre que se la llevó. «La vi físicamente bien», dijo el abogado de la familia, Rodolfo Baque, y señaló que la nena «estaba shockeada» pero que pudo hablar por teléfono con su mamá. «Le pregunté si estaba asustada y me dijo que no», continuó el abogado.
Maia fue encontrada durante una búsqueda de la que participaron más de mil efectivos de tres fuerzas de seguridad con motos, camionetas, helicópteros y perros rastreadores. Hubo rastrillajes de búsqueda casa por casa en barrios de la localidad bonaerense de La Reja, partido de Moreno, y en General Rodríguez.
Las fuerzas de seguridad incautaron además la bicicleta en la que se trasladaron ambos durante los últimos días, según quedó registrado en cámaras de seguridad de distintos partidos bonaerenses por los que se movilizaron desde este lunes. Cuando lo detuvieron, el sujeto no sabía del operativo desplegado hace tres días para encontrarlos, pero quedó imputado por el delito de “sustracción de una menor”. Una oficial de la Bonaerense abrigó a Maia con su campera y la puso a resguardo.
En tanto, Stella, la madre de Maia, junto a otros familiares, tuvo durante el miércoles reuniones permanentes con las máximas autoridades políticas en Seguridad de la Nación, de Provincia y de Ciudad, que la mantenían informada acerca de los movimientos realizados por los investigadores. Mientras tanto, su familia y vecinos mantuvieron un corte total de la Autopista Dellepiane, que se levantó recién luego de la confirmación del hallazgo de la menor.
TEMORES
Elida, la abuela de Maia, confirmó que su nieta apareció en buen estado de salud, pero dijo temer que su captor la matara o lastimara. erca de las 9, la mujer se hizo presente en el corte de la colectora de la Autopista Dellepiane, y confirmó que el hombre “ya está detenido».
Por otra parte, la abuela reflexionó sobre lo sucedido y dijo que el captor de su nieta «capaz que la llevó engañada, lo que sé es que mi hija no la regaló. Yo creo que fue un chirlito de Dios para que mi hija se de cuenta y dejé esa porquería (por su adicción a las drogas). Sabés cuantas veces fuimos a buscar ayuda, pero nadie nos ayudó», añadió.