Un verdadero misterio tiene como protagonista en las últimas horas a un lago de la provincia de Neuquén, luego de que a seis metros de la costa y a cuatro de la superficie, se encontró una silueta de un minotauro estático que mide metro y medio de alto, pesa 250 kilos, tiene sus dos cuernos y esconde, detrás de un candado, su corazón como una caja fuerte.
Durante marzo y abril, un grupo de personas que lo vio primero desde un kayak y luego adentrándose en el curso de agua denunciaron su presencia en el medio local La Mañana de Neuquén. El lago en cuestión es el Mari Menuco, en la provincia antes mencionada.
“Y ahí lo vi, era un minotauro. Primero me agarró miedo. Viste que hay muchos mitos sobre el agua y todos nos reímos, pero creo que algo cierto hay. O por lo menos, en ese momento, todas las dudas que tenía sobre los seres sobrenaturales, se confirmaron. Era un minotauro”, dijo Cristian, una de las personas que logró sacar fotografías y filmarlo.
VOLVIERON A LOS POCOS DÍAS Y LA SORPRESA FUE AÚN MAYOR
Tras 14 días del primer contacto con la escultura, Cristian regresó al lago. La expectativa de esa jornada era poder descender lo más cerca del minotauro. Si bien se subió al kayak y lo intentó, no lo logró. “Por ahí quien creó la escultura, lo ideó en esto para que solo se pueda contemplar desde arriba, sin la necesidad de bajar”, dijo Cristian.
Tras intentarlo en varias oportunidades, uno del grupo de amigos se cansó de tantos intentos y se alejó unos metros del minotauro. Segundos después, empezó a los gritos. “Ahí nos dimos cuenta de que había otra escultura. Ese momento fue una locura”, relató.
Según describió, era una cara que sale del suelo. Del mentón a la frente hay un metro cuarenta. Y de ancho tiene un metro, aproximadamente. Boca abierta, labios marcados y tiene una palabra en cada uno de los pómulos: “Viaje eterno”.
“Imagínate cómo estábamos. Se celebró el nuevo hallazgo”, dijo Cristian, que en el lapso de dos meses encontró dos nuevas esculturas: un minotauro y luego, una máscara.