Una banda de delincuentes extranjeros, de entre 18 y 36 años, fue desarticulada tras una persecución policial. Se dedicaban a robos bajo la modalidad “entradera” en la zona norte de Buenos Aires. La persecución comenzó en San Isidro y continuó hasta Vicente López.
El Sistema de Lectora de Patentes identificó el vehículo de los delincuentes, relacionado con un robo en Olivos. La policía y las cámaras de seguridad siguieron sus movimientos en tiempo real, hasta que una patrulla los acorraló en Munro, sobre la colectora de Panamericana.
Tras chocar contra otro auto y huir a pie, los delincuentes fueron capturados en las paradas de colectivos de la autopista. Los tres, de nacionalidad chilena, fueron detenidos y puestos a disposición de la Justicia.