Hilda Sánchez, hija de José María, expresó su emoción por el acto y agradeció a las autoridades municipales por el homenaje. El Jefe Comunal destacó, por su parte, los «valores que transmitió el Bombero Sánchez a los quilmeños, que nos representan y tomamos para seguir trabajando por los bien común de todos los vecinos».
En tanto que Eduardo, nieto del Bombero y artista plástico responsable de la obra, detalló que para la realización del busto se basó en «una serie de fotografías y testimonios de la hija, que me fueron aproximando a los rasgos faciales. Traté, con toda la informacion que recibí como nieto, de reflejar los rasgos psicológicos de mi abuelo. Esta obra tiene además una réplica en la Escuela N° 69, que lleva también el nombre de mi abuelo».
A su turno, Molina expresó: «Nos llena de orgullo este homenaje porque los bomberos son los que nos cuidan, junto con Defensa Civil, la Policía, el SAME, la Guardia Urbana, que confluyen y se articulan en este Centro de Emergencias Quilmes, donde funciona además el Centro de Monitoreo. Que este lugar lleve el nombre del ‘Bombero Sánchez’ fue por decisión de los vecinos de Quilmes, que democráticamente a través de las redes sociales y la web del Municipio pudieron votar y fue una decisión casi unánime».
Y agregó: «Esto también es de alguna manera un reconocimiento a los cuatro cuarteles de Bomberos de la ciudad. Desde que llegamos a la gestión nos pusimos a trabajar con ellos, mejoramos el sistema de ambulancias que era uno de los mayores problemas que tenían y logramos una gran articulación con Defensa Civil, que coordinan Denis Szafowal y Juan Mendizábal».
SUBSIDIOS
En relación al apoyo municipal brindado a Bomberos, Molina destacó el «aumento en el subsidio municipal brindado al inicio de la gestión en casi un 200 por ciento, actualizado año a año de acuerdo a la inflación. Esto permitió que ellos pudieran continuar equipándose cada vez más. De esta forma logramos trabajar coordinadamente con ellos por la emergencia de la ciudad».
HISTORIA
El 18 de diciembre de 1956, el bombero José María Sánchez perdió la vida en el ejercicio de su deber y vocación de servicio, al remover un artefacto explosivo de las vías del tren. Aun sabiendo a lo que se exponía antepuso el bien común por encima del propio. Sólo tenía 43 años de edad, era natural de Quilmes y había ingresado a la sociedad de Bomberos Voluntarios a los 16 años.
Este héroe local a partir hoy le dará su nombre al centro de gestión de seguridad más importante de la ciudad, en representación de la valentía y el compromiso de los quilmeños por el bien común.