La iniciativa, impulsada por Julia Márquez, titular del Juzgado de Ejecución Penal 1 de Quilmes, se gestó en los talleres de la Unidad 42 de Varela donde los internos habitualmente reparan sillas de ruedas tradicionales pero esta vez con ingenio y creatividad lograron que este móvil luzca más agradable para los pequeños pacientes que lo necesiten.
El Rayo McQueen viajó del penal al hospital. En la entrega estuvieron la jueza Márquez, el subdirector general de Trabajo del SPB, Daniel Mugica, el director de la Unidad 42, Fabián Gómez, y el coordinador Regional de Trabajo del Complejo Varela, Claudio Pereyra; en tanto, recibieron la donación, el director ejecutivo del Hospital de Niños “Sor María Ludovica”, José Pujol, la directora asociada Silvina Prates, la jefa del Servicio de Emergencias, María Eugenia Crivaro y la jefa de Sala de Internación, Gloria Ghizzo.
“Para nosotros es un gusto poder recibir esta donación, está muy bueno porque los hospitales pediátricos tratamos de ser más amigables para con los pacientes y la idea es que todo sea una distracción y como un juego para los chicos. Y esta silla va a servir para esto. Nos llena de alegría a nosotros que la recibimos y también a aquellos que la realizaron, que deben ponerse contentos y saber que llegó a un lugar donde la van a disfrutar los chicos, sabemos que por ahí están pasando por momentos difíciles pero que están haciendo algo muy importante para la comunidad y para los chicos fundamentalmente”, señaló el director del Hospital, José Pujol.
En tanto, Crivaro comentó que la silla quedará en el sector emergencias del hospital con el fin de que la puedan utilizar la mayor cantidad de pacientes que al momento de su ingreso necesitan ser trasladados para su atención por distintos sectores del nosocomio. En este sentido, se informó que se atienden unos 200 pacientes por día en este sector de urgencias ubicado sobre la calle 66 entre 14 y 15.
INTERNOS
Los internos que fabricaron el Rayo McQueen se desempeñan en los talleres de herrería y carpintería del penal, a los que se sumaron tareas de tapicería y pintura. “En una recorrida por la Unidad, Márquez les dio la idea, los internos se motivaron con el proyecto y el diseño, le dieron la utilidad a la silla de ruedas y la pusieron en valor. Esta donación los incentiva a seguir trabajando, aprendiendo y van viendo que vuelve a la sociedad la tarea solidaria que desarrollan”, explicó Pereyra.
Esta iniciativa se enmarca en las tareas que desarrolla la Dirección General de Asistencia y Tratamiento del Servicio Penitenciario Bonaerense, a través de la Subdirección General de Trabajo, con el objetivo de que los internos puedan formarse en un oficio mientras dure su tiempo de detención y realicen este tipo de actividades solidarias con el fin último de su reinserción social.