A las 6.54 de la mañana de este sábado, una visita imprevista irrumpió en el cuartel central de Bomberos Voluntarios de Lomas de Zamora. Tocando bocina, un auto se acercó hacia la entrada. Era una madre desesperada, con su hija de 3 años ahogada y sin signos vitales.
Todo ocurrió rápidamente y se activaron los protocolos. Las cámaras de seguridad del destacamento registraron el momento en el que, uno de los bomberos voluntarios, se metió en el coche y agarró a la niña desvanecida en sus brazos. El inspector Ezequiel Ruiz y los bomberos Alan Peñalosa, Pablo Candia, Juan Manuel Yodice se encargaron de las tareas de reanimación.
Los bomberos le ejecutaron la clásica maniobra de Heimlich, que suele usarse para expulsar pedazos de comida u objetos que le obstruyen la respiración en una persona. De su eficaz aplicación depende si la asfixia termina siendo cuestión de segundos lo que puede definir o no una asfixia mortal.
“No sabemos cuál fue el motivo por el que se ahogó la nenita, se les realizaron las maniobras de reanimación y por suerte pudieron recuperarla enseguida. Por suerte ya está estable y con buen estado de salud”, contó a Infobae Gustavo Liuzzi, jefe del destacamento de Bomberos Voluntarios de Lomas de Zamora ubicado.
Tras el ejercicio de reanimación, los rescatistas llamaron al 107 y la nena fue derivada rápidamente en ambulancia al hospital provincial Luisa C. de Gandulfo, donde la niña ya fue compensada.