El bebé elefante cayó accidentalmente dentro de la zanja, y su madre, sin apartarse de el ni un momento, entró en un shock nervioso que obligó a los veterinarios a anestesiarla para calmarla, porque no permitía que se acercara nadie. Pero entonces el paquidermo se dirigió al agujero y también cayó en él.
Entonces el peligro era que aplaste a su bebé. Se utilizó una grúa para levantar el enorme peso de la madre. Y después se formó una rampa con tierra para que la cría pueda salir del hoyo.
Cuando parece que el rescate ha terminado, notan que la elefanta entró en un paro cardíaco. Subidos a su vientre, le realizan un masaje. Hasta que, finalmente, el animal revive y -para alivio de todos- puede regresar con su bebé a la selva.
El doble accidente requirió la ayuda del equipo de veterinarios, el personal del parque nacional y voluntarios, que lograron, después de varias horas, rescatar con éxito a la cría junto con su madre.