Un caso más en el que vale el dicho “podría haber sido una tragedia”, ya que en plena tarde los niños de la familia bien podrían haber estado jugando en el patio. Pero afortunadamente no fue así.
Un automovilista perdió el control del auto y se incrustó en las rejas de una vivienda el último domingo en las calles 864 y 896 de San Francisco Solano en horas de la tarde, minutos antes de las 17.
Afortunadamente en ese momento los niños de la casa no estaban jugando en el patio delantero, y no hubo que lamentar más que pérdidas materiales.
El conductor del vehículo parecía no estar totalmente en sí, y los vecinos especularon con que podría estar ebrio.