Un voraz incendio que comenzó en las últimas horas del martes consumió el interior de un depósito en el barrio porteño de Flores y generó una intensa nube de humo, el cual se trasladó a casas linderas y provocó la evacuación de los vecinos más afectados. Si bien las llamas ya fueron controladas, en la edificación persiste el peligro de derrumbe, y tanto personal de Bomberos de la Ciudad como Defensa Civil continúan trabajando en el lugar.
Las fuentes policiales precisaron que el incendio se inició cerca de las 23.40 de ayer en un depósito de acondicionadores de aire ubicado en avenida Nazca al 400, entre Bogotá y avenida Avellaneda. Al estar situado en un pulmón de manzana, el fuego también afectó a unos siete comercios del centro comercial del corredor Avellaneda.
Personal de Bomberos de la Ciudad implementó un hidroelevador y drones para monitorear el proceso. Además, trabajaron con líneas de alta presión desde altura, como así también desde comercios y viviendas linderas para poder dominar el fuego, varias de las cuales fueron evacuadas preventivamente.
Mientras se desarrolló el operativo en el lugar del siniestro, oficiales de la Comisaría Vecinal 7 C de la Policía de la Ciudad cortaron las adyacencias al tránsito para el trabajo de Bomberos y la liberación del acceso de ambulancias del SAME.
Durante la madrugada, Bomberos de la Ciudad dominó el fuego, que afectó a unos siete comercios, que para esa hora se encontraban cerrados al público y sin personal en el interior de los mismos.
Alberto Crescenti, titular del SAME, habló este martes a la mañana con la prensa y puntualizó: “Hubo que evacuar a los vecinos. Atendimos a 10 personas, entre ellos 4 mayores y 4 menores. Dos de ellas fueron trasladadas al Hospital Alvarez, una chica de 13 años y una mujer de 66, por inhalación de humo”.
“Por suerte no tenemos que lamentar ninguna víctima fatal. Se sigue trabajando en el lugar. Hay peligro de derrumbe. Tomó muchos metros y el humo llegó a muchas casas cercanas”, reconoció Crescenti en diálogo con radio Rivadavia.