Argentina ganó, pasó a octavos de final, y todo fue una fiesta. La ciudad de Quilmes no quedó por fuera de las celebraciones. Cafeterías, bares y restaurantes, llenos de quilmeños festejando por el 2-0 a Polonia.
Como siempre, las calles estuvieron vacías durante las dos horas que duró el encuentro mundialista, exceptuando los 15 minutos que duró el entretiempo, donde muchos aprovecharon para salir a comprar algo para comer, o simplemente para calmar los nervios.
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El segundo tiempo comenzó, y el temprano gol de Mac Allister sorprendió a todos, más todavía a aquellos que todavía estaban volviendo a subirle el volumen a la tele después del entretiempo.
Así pasó en un bar quilmeño ubicado en Moreno y Videla. Quienes disfrutaban ahí del partido aún estaban acomodándose en sus asientos, cuando se escucharon los gritos de gol desde la calle, haciendo que todos pongan su atención en la televisión.
“Fui a buscar una cerveza para un cliente, volví, y había gol de Argentina”, relató una de las meseras, que como al resto, le cayó inesperado el primer gol del Seleccionado.