El piloto de un avión de Delta Airlines decidió regresar al aeropuerto de origen porque uno de los pasajeros que iban en el vuelo DL194 sufrió una diarrea explosiva, asegurando que el hecho se convirtió en «un problema de riesgo biológico».
El Airbus A350, que salió este viernes desde Atlanta con destino a Barcelona, que llevaba una hora de vuelo, «se convirtió prácticamente en un inodoro volador», según informó el New York Post.
Un portavoz de la aerolínea explicó que el vuelvo pudo operarse «con un cambio de aeronave», luego del aterrizaje de emergencia, porque la causa del retraso fue que el problema escatológico que sufrió uno de los pasajeros, habría quedado esparcida «por todo el avión». Al llegar a Atlanta, varios trabajadores se encargaron de desinfectar la aeronave durante horas.