En Villa La Florida, de San Francisco Solano, los vecinos deben tener cuidado al salir a la puerta en las inmediaciones a la calle 889 porque un joven de la zona, a quien apodan “el hombre del machete” amenaza a las personas con herirlas.
El sujeto en cuestión tiene 28 años y padece graves problemas de salud mental y siempre tiene en sus manos un cuchillo de carnicero o un machete. Los vecinos denuncian que sus familiares lo apañan y que la Justicia no hace “absolutamente nada” para frenar las situaciones de violencia que se generan a diario.
En uno de los últimos hechos de violencia que se produjeron, el joven y su hermano terminaron en la comisaría, cuando el primero intentó atacar a un grupo de personas que estaban en la vereda charlando.
Llamaron a la policía y cuando llegó el patrullero, el hombre y su familia comenzaron a arrojar piedras. Luego, alertaron al SAME. Los médicos sufrieron también las consecuencias del ataque y su camioneta resultó afectada por la lluvia de piedras.
Para frenar la situación, los policías tuvieron que disparar al aire y en ese operativo quedó detenido el joven y su hermano mayor. A los protagonistas les secuestraron un palo que tenía una punta filosa y un cuchillo de carnicero.
“Esto pasa siempre y nadie sabe como frenar los hechos de violencia. Estamos indefensos. A veces anda tranquilo, nos saluda como si nada, pero de repente empieza a hacer cosas en la calle. Siempre anda con un palo en la mano, con un cuchillo o cualquier arma. No sabemos si está medicado o si fue diagnosticado, pero la familia lo apaña y también la Justicia”, afirmó un vecino que vive justo en frente del acusado.
De acuerdo a su testimonio, el hombre no solo amenaza y ataca a vecinos, sino que también ya cometió varios robos en la zona. “Lo denunciaron por robar cosas de las casas, de noche. Siempre entra y roba algo. En la parada del colectivo tampoco podés estar, porque se te aparece y te asalta con un cuchillo en la mano”, aseguró.
Además, contó que una vecina le puso una perimetral porque un día, cuando estaba volviendo del colegio con su hijo, la corrió y le pegó una piña en la nuca: “Eso en cualquier parte es considerado violencia de género, pero parece que él tiene coronita porque no le pasa nada. Ahora ella tiene un botón antipánico y anda con miedo”.
Los vecinos piden que la Justicia “haga algo” para frenar los hechos de violencia. Sienten que minimizan sus denuncias y se resignaron a vivir con el problema. Sin embargo, fiscales y jueces podrían hacer mucho por ellos, así como también para cuidar la integridad de la persona que padece un trastorno de salud mental.