La gran basura acumulada en los fondos hizo que, al arder, se elevara una gruesa columna de humo que pudo ser vista a kilómetros de distancia y sofocara al vecindario vecino, en Bernal Oeste.
Los bomberos de los distintos cuarteles trabajaron con 4 líneas de ataque (mangueras) en forma simultánea, para bajar la temperatura del foco ígneo y evitar la propagación a los edificios de la compañía.
El fuego tomó una superficie de 30 por 20 metros, y las llamas alcanzaron unos 4 metros de altura, ya que el material combustible que halló a su paso fue vasto: plásticos, residuos de todo tipo, isotanques de plástico, carcazas de computadoras, gomas, y garrafas.
Estas últimas fueron las que comenzaron a explotar, y provocaron gran alarma en el vecindario, que ya vivió en diciembre de 1999 el incendio y explosión de un depósito clandestino de pirotecnia que había dentro del parque industrial.
Participaron del gran operativo de seguridad Defensa Civil, dos ambulancias del SAME, tres móviles policiales, Tránsito, patrulla Urbana y seguridad del parque industrial. Afortunadamente no hubo heridos ni afectados por el voraz incendio.