El tremendo hecho ocurrió alrededor de las 5.20 de la mañana, cuando Giselle (35) salió de su casa rumbo a la parada del colectivo, como cada mañana, para ir a trabajar. Sobre la calle Montevideo entre Ituzaingó y Yapeyú, mientras caminaba, la víctima vio a los tres sujetos en actitud sospechosa. “Me di cuenta de que me querían hacer algo y empecé a correr para la mano de enfrente y entonces me salieron a correr. Creí que me querían violar”, relató la vecina en diálogo con PERSPECTIVA SUR.
Sin embargo, en su intento por escapar la chica cayó al suelo y entonces fue alcanzada por el grupo de “pirañas”. “Me empezaron a pegar mientras me gritaban insultos, amenazas y me exigían que les entregue mis cosas. Incluso me apuñalaron en la cadera con un objeto punzante que no supe que era, y en la espalda tengo ocho cortadas en la campera, que afortunadamente no llegaron a la piel”, indicó.
Finalmente, la resistencia ofrecida por la mujer obligó a los hampones a dispersarse y escapar sin lograr concretar el robo. A pesar del momento y de las lesiones sufridas, la chica acudió a su puesto de trabajo y denunció el hecho en la Comisaría Segunda de Quilmes al regresar.
MÁS SEGURIDAD
“Me salvé de milagro, porque me tiraron a matar y no pudieron”, consideró Giselle luego de verse en las imágenes de las cámaras de seguridad vecinales que captaron el ataque.
“En la zona estos hechos son habituales, pero nunca tan violentos”, dijo y pidió “más vigilancia, que haya un patrullero y que esto no se repita. Yo soy una chica fuerte porque me entreno y hago deporte, pero a otras mujeres la pueden llegar a matar”, remarcó.